Romario

Como esta mierda nació desde el equipo de fútbol, el comité central de los pastis decidió homenajear al culiao que más nos identifica en la cancha: Romario.

Este borracho atorrante salió de la favella más tuzona de Rio de Janeiro donde todos eran rápidos de manos, pero ninguno tan veloz con los pies. Era tan bueno el weón que no necesitaba entrenar; todo su tiempo lo gastaba en puteríos y pastiando en la esquina con los mismos burros de siempre, esos que nunca faltan para estos weones. Romario debió haber sido un mendigo, un traficante o un lanza, pero su talento era demasiado para el mundo que babeaba por verlo. De hecho, este pasti jugaba pensando que la pelota era una cartera que tenía que chorear: la sacaba y la escondía con destreza de gato y, antes de que te dierai cuenta, ya iba a 5 metros, hecho una goma, ya erai.
Esta semana lo invitaron a la tele en Brasil y le preguntaron quién era el mejor de la historia, Pelé o Maradona. Romario se agarró el mentón en gesto de gran pensador, se tomó un pencazo del que tenía servido y, mientras se rascaba un coco, respondió lo siguiente: "Como no vi jugar a Pelé, me considero mejor que él. Sé que Pelé hay uno solo. Que Maradona sólo hay uno. Y que Romario es único. No veo ningún sucesor. Dentro del área, fue el mejor de todos".

Polanco