20080428

Inspiración

Le dije que no se fuera, que lo pensara, que yo realmente la amaba y que me disculpara por toda la mierda que tuvo que pasar por mi. Aun así, pescó sus weas y sin si quiera mirarme salió de la pieza. Cuando iba cruzando el comedor, la alcancé corriendo y le solté un par de puteadas que nunca más iba a olvidar "¡Perra de mierda!¿Quien chucha crei que eri para dejarme? No me mires con esa cara, sabes muy bien que ningun chuchasumare te va a tratar como yo lo he hecho, nadie te va aguantar tu desapariciones esquizofrenicas, tu excusas de no querer culiar por que no te sientes con ánimos, tus ganas de despertarte a la tantas de la mañana para contar los sueños que tuviste, el no llegar a casa y, cuando los haces, el solo saludar y volverte a ir, pero esta vez, a encerrarte en el cuarto... ...Bueno, andate si quieres, me da los mismo. Encontrare otra mejor que tu y, si por alguna razón, no dejo de pensar en ti, voy a matarte ¿me entendistes maldita?"
Esa fue la última vez que le hable. Estuve meses sin salir de jerga con mis cumpas, meses sin levantarme de la cama, excepto para cagar, mear o comer alguna que otra porqueria. Desesperado por que no sabía como empezar, como retomar esas ágiles prácticas que hacian de mi vida algo menos miserable, busque el consuelo en vasos de alcohol, en estupefacientes que me hacian olvidar por instantes su partida. Hasta que en un momento de impulso frenético, volví a pescar el lapiz, puse la página en frente mío y... ...vomite, vomite y sigo vomitando, hasta el día de hoy.

infame

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