La libertad nace y muere a momentos
como el sonido y la palabra
como rebeldía a la experiencia,
esa fórmula de algunos
mitómanos del tiempo
y la repetición.
Para ellos, los seguros de la seguridad
cirujanos de lo hermoso
jueces de los trigales
policías de los pájaros,
ella es sólo un saber
sucedáneo de la esperanza
y de los días soleados.
Y yo, que apenas la conozco,
sólo quería compartir al cielo
este amanecer solitario,
vislumbrado en las manos hambrientas
y en los ojos de un amigo,
resplandor fugaz, fragmento de vida
que se apaga en este momento.
Polanco
20080428
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