20080930

Soñábamos
un pasado
desértico y luminoso,
convencía-monos
al desierto
ensueño presente,
desértico y luminoso.


Macheteando acá no se consigue nada más que un resfrío. Será que la gente ya ni a los vagabundos teme; caminan rápido sin siquiera cruzar la calle al ver nuestra presencia, como si ya no fuéramos ilegales, como si ya no pudiésemos esconder cuchillos bajo nuestros guiñapos, como si ya no oliéramos a mierda. Será acaso que nos multiplicamos demasiado, o quizás fueron los cuchillos los que aumentaron, ahora también bajo sus suaves e impunes ropajes. Ya ni al delincuente se le respeta, todo se domestica. En una época fueron los perros, recuerdo, los que dejaron de mostrar sus dientes iracundos a cambio de las sobras de la comida. Poco más tarde vino la perrera y los perros ya no estaban. ¿Con nosotros pasará lo mismo acaso?- la gente de ahora nos da demasiado dinero. Como si quisieran que ya no fuésemos mendigos. Mentira, lo sé. El otro día, incluso, un viejo me pasó mil pesos y me dijo que juntara y me comprara un lustrín. Era viejo y tonto, como yo, e ignoraba que ya nadie lustra sus zapatos, como ignora, también, toda la rabia que he acumulado desde ese día. Como dije, cada día somos más los indigentes, sin embargo, debo aclarar que cada vez me siento más solo. Todos, poco a poco, se van yendo. Lo hacen sin avisar, simplemente desaparecen. El otro día vi al Ñaja, uno que le juraba amor al Mapocho, vendiendo en una pequeña tienda de San Antonio. Así, todos los de mis otrora piños de la perdición, ahora perdidos en sus casas no me recuerdan. Como todos, miran sin ver las calles y su gente. Los mendigos nuevos, éstos que han llegado ahora, son distintos. Su horizonte es siempre inmediato: encontrar una casa, un trabajo, rápido. Le comenté esto a uno de ellos, de los nuevos, que venía de la parroquia de San Sebastián, decía. Me escuchó con atención, algo raro en éstos, y me dijo que en el fútbol pasaba algo parecido con las rotaciones. Me habló de equipos del exterior, que no me hablaban de nada. ¡Eso!- ya ni fútbol juega esta generación de vagos, dicen que tienen frío o hambre, que están cansados, fatigados, que la vida es dura, que los tiempos no están como para eso y si uno les pregunta en qué creen, suspiran y miran al cielo, buscando respuesta en las nubes. Y yo que pensaba que no había manera de valer menos que lo que valía años atrás, cuando eramos temidos, odiados, perseguidos... cuando los niños más pequeños aún nos miraban a los ojos con curiosidad algunos, con miedo otros, nos llamaban "viejos del saco". Mejor matarse, dicen los que no lo hacen, y yo, yo lo repito acá, como todos, sin mucho convencimiento.

20080928

Se dirán muchas cosas al respecto, estupideces quizás, otras ejemplos de sabiduría, pero ninguna de ellas será cierta.


infame

al carajo tu pureza

Dejó de ser reina para convertirse en puta, sodomizada analmente por quien, en un acto de infamia, se escabulló en su alcoba. Resistióse, más sus sollozos y plegarias sólo aumentaban el hambre del violador por penetrar aquel cuerpo fino, de rosadas mejillas y raja levantada. Fueron pocos los minutos de forcerjeo hasta que por fin, la perra ya exhausta, se dio cuenta de que se lo merecía. Voluntariamente cedió y abrió sus piernas. Esta vez la sangre no era signo de muerte, sino de venganza y dominio.



infame

20080927

En memoria de Miguel Ángel Poblete (1966-2008)

Hay preguntas de las que el olvido no puede ser libre y tú, Miguel, siempre lo supiste. Te burlaste de quiénes reducen la verdad a una cuestión de fe o simple pragmatismo. Ahora sí que trabajarás en paz... por nosotros, Dédalo, los que esperamos en este más acá, día a día más allá , cada vez más solos.
-Perro culiao, esto va por sarnoso.

La sangre teñía el suelo.

Fue así como, del tres patas y ciego bastardo, me encargué.



infame

20080924

HE AQUÍ OTRA QUIMERA

Me desvivo viviendo vívidas vivencias;


y la nada,

nacer muerto
para
morir vivo
Las palabras de un parásito pesan menos que él mismo, más no he de enojarme, sino aplastarlo contra el suelo.


infame
Escritores de mierda
maricones que lloran amor en sus páginas
se secan con ellas el dolor
sufrimientos me desangran
pero no sería capaz de manchar
aquel virginal prado blanco
cariño
a ti te dejo mis mejores violaciones.


El infame tila

20080921

DELASINFINITASFORMASDETERMINAR

LA PEOR

20080920

FÍSICA FÍSICA

El mundo se divide en los que se caen bien y los que se caen mal.
¿Y tú, cómo te caes?...




mmm, más o menos...

DE AMOR Y CRÁPULA




¿El Rimbaud de Lo Espejo o el espejo de Rimbaud?


¿O Escubi du?

CARICASOFÍA FILOSOTURESCA (o sentido común)

ERROR EN LA PÁGINA (de aónde, Fa$hito)














dE La DiAlÉcTiCa, La IrOnÍa. De ella, el CAPILATISMO.





Punky v/s Terminator

¿Idea mía o en la fonda me insinuaron, con brutal hipocresía, que razón rima con nación?




Google= Selva;
ahí tenís tu (r)nacionalidad, PAJARÓN.

¡rECÓRCHOLis!- pues que se dañó la cañería del computador.








Afuera hemos de cerrar el candado a los problemas,
cariñito,
enamorados de brillante embriaguez.
















Polanco

20080909

Mi conciencia ha muerto.
Ahora le toca al Estado.


Infame

20080907

PERDER DE VERDAD PARA DAR PASO AL HALLAZGO Juan - Vera









El René me contó que el otro día andaba caminando por una plaza y se encontró con un viejo mendigo, un pobre diablo de esos de Radrigán, Pezoa Véliz, Redolé y toda esa tradición pastabasera anquilosada por el cielo abismal de la burguesía. El harapiento llevaba, como buen limosnero, un guiñapo otrora chaqueta verde olivo que la mugre había contaminado de la misma forma que el tiempo había degenerado su semblante, aún señor de un invierno iracundo. "Un vagabundo, un loco... un ángel" como dice la contratapa de un libro de Kerouac. El René me contaba que tuvo la impresión- para la cual no faltará el positivista negativo que se burle; un payaso- de que ese hombre había sentido el viento tibio del paraíso y se había quedado ciego de sentido común. "¿Me da una monea comparito?", le dijo y el René, como es un buen chato que hubiese preferido invitarlo a un trago, aunque jamás lo hará, puso dos monedas de cien pesos entre las manos negras del hombre y le preguntó "¿Lo que faltaba pa` la cañita?". El pobre se rió, se metió las monedas al bolsillo y respondió "No, no, son para entrar al cibercafé". El René dice que quedó descolocado; ¿Un mendigo al cibercafé?-,"Sí, es que me gusta meterme al chat y empapelar a chuchás a todo el que encuentre". Se caga de la risa el René cuando lo cuenta, mal que mal, algo del tibio viento le rozó la cara.






Polanco
El viejo, desparramado en el patio sobre una hamaca, bebía un tibio vaso de pisco pensando que lo mejor de ser padre era que se podría ser abuelo y que lo mejor de ser abuelo era que se podría ser bisabuelo. Mientras tanto, Miguel, su hijo, se enfurecía frente al computador con un amigo que, según decía la pantalla, le reprochaba haber gastado la plata de los próximos tres meses en una entrada para ver a una super diva norteamericana- cuyo nombre no se pronunciará aquí- que enamoraba, contra su voluntad, a millones de millones en todo el mundo. En la cocina, Mariana, que con los años se ponía más rica, miraba por la ventana a su marido, sobre la hamaca y de nuevo borracho, mientras picaba el cebollín con la destreza de un Barrabás.

20080906

Vivo en un jardín eléctrico, con petunias de neón y hormigas de cobre, en el que las noches virtuales son baratas y los amaneceres de vidrio, largas lombrices de aluminio regeneran metales preciosos y siempre nuevos.


Polanco
Yo no fui,
pero
orgulloso cargo
la honorable cárcel
de tu pereza,
pero que quede claro que
yo no fui,

de haber ido
y de haber sido
habría sido
marcha sin vuelta y sin
ida, y sin
marcha

circular
espectro aguardo,
el retorno inocente de
culpables viajes
al tibio rojo
donde iré jamás,
porque no fui

¿Por qué no fui?









Polanco