-Oye viejo tengo algo que contarte
-¿Qué pasó ahora?
-Pero no le contís a nadie todavía
-¿Qué cosa?
-Porque tú sabís que si le contai a la vieja...
-Ya poh vieja, ¿me vai a contar o no?
-Es que parece que estoy embarazada, tengo un mes de atraso
-No me diga
-Sí le digo
-¡Mira que bueno vieja!
En eso suena el teléfono. La vieja contesta.
-Aló, buenas tardes señora
-Buenas tardes...
- La llamamos porque tiene un mes de atraso
La vieja deja el teléfono y le grita al viejo: ¡viejo, viejo, se enteraron, ven a hablar tú!
-Aló
-Buenas tardes señor
-Buenas ¿qué se le ofrece?
-¿Hablo con la casa de la señora Malberta Soto?
-Así es
- Buena ella tiene un mes de atraso
-¿Sí y qué?¿a usted qué le importa?
-Es que tiene que pagar pueh.
-¿Y usté qué se ha creído?
-Bueno, si no paga se la corto no más pueh.
El viejo horrorizado deja el teléfono y le grita a la vieja: ¡vieja, vieja, me la quieren cortar, ven a hablar tú!
-Aló
-Señora, le decía al caballero que si no paga se la vamos a cortar
-Pero señor, no puede hacer eso
-Es que así es la ley
-Es que no podemos pagar, menos en esta situación. Somos muy pobres
-No puedo hacer nada señora, se la voy a tener que cortar
-Se lo ruego, dénos algunos días para conseguir plata
-No puedo
-¿Y qué hago yo?
- Va a tener que usar la velita no más pueh.
La vieja preocupada corta el teléfono. Mira al viejo, igual de preocupado, y le sonríe picarona. El viejo, nada de tonto, sonríe también.
Julio Polanco Varela
-¿Qué pasó ahora?
-Pero no le contís a nadie todavía
-¿Qué cosa?
-Porque tú sabís que si le contai a la vieja...
-Ya poh vieja, ¿me vai a contar o no?
-Es que parece que estoy embarazada, tengo un mes de atraso
-No me diga
-Sí le digo
-¡Mira que bueno vieja!
En eso suena el teléfono. La vieja contesta.
-Aló, buenas tardes señora
-Buenas tardes...
- La llamamos porque tiene un mes de atraso
La vieja deja el teléfono y le grita al viejo: ¡viejo, viejo, se enteraron, ven a hablar tú!
-Aló
-Buenas tardes señor
-Buenas ¿qué se le ofrece?
-¿Hablo con la casa de la señora Malberta Soto?
-Así es
- Buena ella tiene un mes de atraso
-¿Sí y qué?¿a usted qué le importa?
-Es que tiene que pagar pueh.
-¿Y usté qué se ha creído?
-Bueno, si no paga se la corto no más pueh.
El viejo horrorizado deja el teléfono y le grita a la vieja: ¡vieja, vieja, me la quieren cortar, ven a hablar tú!
-Aló
-Señora, le decía al caballero que si no paga se la vamos a cortar
-Pero señor, no puede hacer eso
-Es que así es la ley
-Es que no podemos pagar, menos en esta situación. Somos muy pobres
-No puedo hacer nada señora, se la voy a tener que cortar
-Se lo ruego, dénos algunos días para conseguir plata
-No puedo
-¿Y qué hago yo?
- Va a tener que usar la velita no más pueh.
La vieja preocupada corta el teléfono. Mira al viejo, igual de preocupado, y le sonríe picarona. El viejo, nada de tonto, sonríe también.
Julio Polanco Varela
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