20080819

Después del segundo pipazo se metió en la cama. Ahí estaba ella, tambien drogada y semi inconsciente por el copete ingerido. Él alucinaba por la pasta y veía a su amante como una musa rodeada de estrellas brillantes tras un fondo de pétalos negros. Lo más probable es que haya exacerbado la belleza de aquel ser poco agraciado que levantó en una de las rituales fiestas del barrio. No importaba, ahora realmente apreciaba lo esbelto de esa mujer y pretendía tener una noche que nunca olvidaría, por lo menos él, ella ya se estaba desmayando por el exceso. Pescó sus dos piernas y las separó, se acostó sobre el cuerpo casi muerto y palido de la supuesta diosa, y sin mayor meditación penetró. Cinco minutos más tarde unos espasmos epilepticos terminaron en una llamada de emergencia y en un montón de vecinos congregados que obstaculizaban el camino hacia la ambulancia.


infame

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es lo que pasa siempre. Más tarde o más temprano. Con droga o sin droga. Es lo que pasa siempre. La droga más fuerte y alucinógena es la testosterona. Es lo que siempre pasa. Al final del camino siempre hay una ambulancia y una mujer que no era lo que era.Tarde o temprano.

Unknown dijo...

Pero que queda después de esa sensación prestada a los alucinógenos, algo que realmente no hubiera sido de esa manera si no se estaba en otra galaxia, para qué vivir eso, si no hay control de miembros, no hay control de la mente, no creo que se sienta mas, si se termina inconciente.

Es tan triste despertarse, salir del transe y reconocer que la mujer que se tenía al lado no era lo que creímos que era. En esto coincido con Le Santi, con droga o sin droga, casi nunca la mujer con la que uno se levanta es la que creyó ser. Y nosotros tampoco lo somos casi nunca, para ser sinceros, con droga o con ella, siempre nos disfrazamos un poco, va, maquillamos miedos, fantasmas, heridas, nos hacemos un poco más los caballeros. Cosas del ser humano tratar de pintar ser otro, estar en otro lado.

Un placer.

HologramaBlanco